"¡Cuántas personas hablan de amor místico cuando ellas viven en la sensualidad y en el desorden de las pasiones! Y otras imaginan que se han consagrado a un ideal espiritual, cuando en realidad, sólo sirven a su vanidad, a su deseo de dominar a los demás, etc. Dirás: «Pero ¿por qué? ¿Es hipocresía?» No, puede haber en ellos aspiraciones espirituales reales. Sólo que no basta con «aspirar» para realizar, aquel que no es capaz de comprender las estructuras y los mecanismos del psiquismo humano en general, y de su propio psiquismo en particular, sale al encuentro de las peores contradicciones. Al igual que en el macrocosmos, el universo, la cabeza negra está representada simbólicamente como el reflejo en el agua de la Cabeza blanca de Dios, en este microcosmos que es el hombre, la naturaleza inferior es el reflejo invertido de su naturaleza superior. La extensión de agua está representada en él por el diafragma que separa, simbólicamente, su naturaleza superior de su naturaleza inferior. Y al igual que la cabeza negra no puede existir sin la Cabeza blanca, la naturaleza superior y la naturaleza inferior en el hombre, no pueden existir una sin la otra. A él le corresponde estar lúcido y aprender cómo utilizar su naturaleza inferior para el desarrollo de su naturaleza superior."
Omraam Mikhael Aivanhov
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