El LU fiel a su enseñanza de que "todas las religiones son buenas, en cuanto llevan al hombre hacia Dios y traen la comprensión del Padre al hombre.1012" en esta ocasión la cita está tomada del budismo, religión de la cual tenemos mucho que aprender, como por ejemplo que "la salvación se obtiene mediante el esfuerzo humano, aparte de la ayuda divina; no se da cabida a la fe salvadora, ni a las oraciones ni a los poderes sobrehumanos. Gautama, en su intento de minimizar las supersticiones de la India, trató de desviar a los hombres de las declaraciones fragrantes de salvación mágica. El budismo es una religión viviente y creciente hoy, porque mantiene muchos de los valores morales más elevados de sus adherentes. Promueve la calma y el autocontrol, aumenta la serenidad y la felicidad, y hace mucho por prevenir la pena y la aflicción. Aquellos que creen en esta filosofía, viven vidas mejores que muchos que no creen.1038"
En este mundo convulsionado en que vivimos, llenos de prisa y de problemas reales o imaginarios, no es fácil mantener la calma, estar contentos y en paz, porque nos falta un anclaje sólido, que nos permita ir más allá de las apariencias negativas y una mayor fe en el amor de nuestro Padre que es la que nos permitiría estar en tranquilos en medio de la tormenta, porque sabríamos que el temor y el miedo son los peores consejeros en cualquier situación de nuestra vida. Todo podría ser diferente en ellas, si recordáramos que Jesús nos dijo: "Yo os advierto que no temáis a nadie, ni en el cielo ni en la tierra, sino que os regocijéis en el conocimiento de Aquél que tiene el poder de liberaros de toda injusticia y de presentaros sin culpa ante el asiento de justicia de todo el universo.1820"
Jesús vino a traernos la paz, pero no una paz estática y carente de los problemas de nuestra existencia humana, sino precisamente de esa paz que nace del fondo del alma, cuando se toma conciencia que no estamos solos, pues en nosotros mora el Espíritu residente, siempre pronto a ayudarnos y guiarnos, Pero él no puede cumplir con su labor si nosotros no se lo permitimos. Para tener paz hay que desearla y estar atentos para que el desaliento sea sólo un ave de paso, que nos sirva para acercarnos a la divinidad y para reforzar nuestra convicción que nada ocurre por casualidad, por tanto de todo debemos aprender, porque para un hijo de Dios "nada es ordinario.2049" y "ninguna experiencia valiosa ocurre jamás en vano.1200" porque ellas bien aprovechadas son las mejores herramientas para nuestro crecimiento espiritual.
Nuestro estado de ánimo es un fiel indicador de nuestro grado de espiritualidad, si por lo general estamos mal humorados, tristes, quejosos e intolerantes, es señal que algo anda mal en nosotros a nivel espiritual, aun cuando estemos leyendo la enseñanza y cumpliendo ciertos ritos llamados espirituales, pero que nada tienen de ello si no producen frutos. En más de una ocasión Jesús hizo hincapié en la necesidad de tener una paz interna si queríamos avanzar en el Reino de la perfección. "No estés constantemente con ansiedad excesiva en cuanto a tus necesidades diarias. No os atribules por los problemas de tu existencia terrestre; en todas estas cosas, orando y suplicando con un espíritu sincero de gratitud, despliega tus necesidades ante los ojos de tu Padre que está en el cielo. 1640 porque "en los momentos de prueba es cuando el alma del hombre revela lo que verdaderamente alberga su corazón.1284"
Desterremos de nuestra vida toda ansiedad, porque si lo hacemos, podremos transmitir el mensaje de Jesús que quiere, que " las futuras generaciones deben conocer también nuestra felicidad radiante, el entusiasmo de nuestra buena voluntad, y la inspiración de nuestro buen humor. Proclamamos un mensaje de buenas noticias, contagioso en su poder transformador. Nuestra religión late con nueva vida y nuevos significados, porque los que aceptan esta enseñanza se llenan de alegría y su corazón los impulsa a regocijarse para siempre. Una felicidad en crecimiento constante es siempre la experiencia de todos los que están seguros de Dios.1766"
yolanda silva solano
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