¿Con cuánta frecuencia nosotros somos capaces de descubrir esa petición de ayuda en los que nos rodean? Si somos bien honrados con nosotros mismos, tenemos que reconocer que son pocas, porque la vida agitada que llevamos no nos da el tiempo necesario para Ver en vez de mirar y para Escuchar en vez de simplemente oir a nuestros semejantes, y muchas veces con quienes menos lo hacemos, es con aquellos que están más cerca, de allí la brecha cada día mayor de incomunicación que se da entre los cónyuges y entre padres e hijos. Damos por descontados que ellos saben que los amamos, pero olvidamos que no basta amar, hay que saberlo demostrar con actitudes cariñosas y atención personalizada.
La palabra ternura se escucha cada vez menos y su práctica es casi desconocida, tal vez porque ella es un sentimiento sutil que involucra no sólo el gesto o la palabra, sino un cúmulo de sensaciones y sentimientos que sacan a relucir lo mejor de nosotros mismos nos asusta, tenemos miedo a dejar nuestros prejuicios y simplemente dedicarnos a amar, como Jesús tantas veces nos enseñó con su vida, como por ejemplo cuando se encontró con aquel joven que tenía miedo, cuando accedió a la petición de su madre en las bodas de Canaan, con aquella mujer adúltera que deseaban apedrear, con la Samaritana, con Pedro después de su reiterada negación, con las dudas de Tomás...La vida de Jesús está repleta de ejemplos de ternura, en donde no había crítica alguna, sino comprensión y amor. El sabía que "se ha de encontrar la técnica, no sólo para reunir la fuerza y sabiduría necesarias en los conflictos ordinarios del vivir, sino también para apropiarse de la energía necesaria en la solución de los problemas más elevados de naturaleza moral y espiritual 1774"
Menos mal que las generaciones actuales están perdiendo un poco el miedo a demostrar sus sentimientos, porque "es un grave error enseñar a los niños varones y a los jóvenes que no es varonil mostrar ternura, dar rienda suelta a las emociones o quejarse de los sufrimientos físicos. La sensibilidad es un atributo valioso tanto en el hombre como en la mujer. No hace falta ser duro para ser varonil. Esta es la manera errónea de crear hombres valientes.. Tener sensibilidad y saber responder a las necesidades de los hombres, genera una felicidad genuina y duradera, y estas actitudes cordiales a la vez salvan el alma de las influencias destructoras de la ira, el odio y la desconfianza.1575"
Una forma de ser capaces de entregar ternura, es cambiando nuestra actitud para recibir, porque aunque parezca mentira muchas veces con nuestra actitud osca impedimos que los otros nos den sus caricias, sus palabras cariñosas, sus gestos de empatía, por eso "cuando los sentimientos del servicio para con vuestros semejantes surjan en vuestra alma, no los ahoguéis; cuando las emociones del amor por vuestro prójimo desborden en vuestro corazón, expresad estos impulsos de afecto en un ministerio inteligente de las necesidades auténticas de vuestros semejantes.1745" Muchas veces el mejor servicio que podemos hacer a nuestro prójimo es Verlo y Escucharlo para que él sienta que estamos junto a él porque la ternura está llena de semillas de amor y comprensión
En la medida que nos esforcemos por demostrar nuestra ternura, iremos siendo más maduros espiritualmente, porque la regla de oro dejara de ser una regla para convertirse en una vivencia personal, pues "el ser humano maduro pronto comienza a ver a todos los demás mortales con sentimientos de ternura y con emociones de tolerancia. Los hombres maduros tratan a los seres inmaduros con el amor y la compasión que un padre tiene hacia sus hijos.La solución sabia y eficaz de todo problema exige que la mente esté libre de ideas preconcebidas, pasión, y de todo otro prejuicio puramente personal que pueda interferir con la encuesta desinteresada de los factores reales que constituyen el problema que se presenta para su solución. La solución de los problemas de la vida requiere coraje y sinceridad. Sólo las personas honestas y valientes son capaces de seguir valerosamente a través del perturbador y desconcertante laberinto del vivir hasta donde los pueda conducir la lógica de una mente sin temor, porque la solución sabia y eficaz de todo problema exige que la mente esté libre de ideas preconcebidas, pasión, y todo otro prejuicio puramente personal.1774"
Un aliado de la ternura, es nuestra propia actitud para recibir. Cuanto más dispuestos estemos a recibir, más maduraremos en este arte que consiste en aceptar lo que somos y lo que la otra persona significa para nosotros. Nos corresponde a cada uno, el descubrirla bajo la fragilidad o las máscaras de las circunstanciales apariencias humanas, lo importante es que "no cometáis el error de estimar el valor del alma sobre la base de las imperfecciones de la mente o de los apetitos del cuerpo. No juzguéis al alma ni midáis su destino por el metro de un solo episodio humano desafortunado.1739" porque con la misma vara que medimos, seremos medidos.
yolanda silva solano
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