“¿Por qué algunas personas tienen tanto mientras yo tengo tan poco?”.
Todos hemos experimentado esta sensación; y lo más probable es que nos
hayamos sentido pésimo al hacerlo. Con frecuencia, nos sentimos impotentes
por nuestra carencia material. Pero como mi padre, el Rav, nos recuerda: La
carencia física nunca es la razón por la que no hacemos lo que queremos hacer
en este tiempo de vida.
Algunos de los personajes más revolucionarios de la historia fueron hombres y
mujeres que eran pobres o tenían alguna incapacidad física. No observes la vida
de otra persona y pienses que lo que ésta tiene es mejor que lo que tú tienes.
Nadie es más poderoso que tú. Si quieres cambiar el mundo, hacer de éste un
mejor lugar, puedes hacerlo con la misma facilidad que una persona que tiene
dinero, o atractivo físico, o carisma, o...
Existe una igualdad de condiciones. No permitas que algo o alguien se interponga
en el camino de ser lo que necesitas ser y de hacer lo que viniste a hacer en
este mundo.