Si los seres humanos nos hiciéramos conscientes del inmenso contenido de la cita de hoy ¡qué diferente sería nuestro estado de conciencia y nuestras actuaciones para con nuestro planeta y para con nuestros hermanos, porque si bien es cierto que es una tremenda responsabilidad, también es un gran honor el saber que no somos seres aislados e indefensos, porque "todos formamos parte de un plan inmenso, una empresa gigantesca y es la vastedad de esta empresa, la que convierte en imposible, poder ver mucho de ella, en un determinado tiempo. Todos formamos parte de un proyecto eterno, que los dioses están supervisando y realizando. Todas nuestras luchas mortales no son en vano, porque en la mente de Dios hay un plan que involucra a cada criatura de todos sus vastos dominios y este plan consiste en oportunidades ilimitadas, progreso en ascenso y vida infinita. 365"
El destino de todos es llegar a ser como Dios y fundirnos en su esencia divina. "Al Padre Universal, le sería fácil el hacer a todos los mortales, seres perfectos, pero eso los privaría de la maravillosa aventura de capacitación y evolución progresiva, por lo demás la criatura perfecta y la criatura que tiene que adquirir la perfección, son iguales en grados de potencial de divinidad y ambas se necesitan mutuamente para realizar sus funciones y su destino, porque a lo largo y ancho del gran Universo, el Supremo lucha por expresarse. Su evolución divina se basa en cierta medida en la acción y sabiduría de toda personalidad en existencia. “La humanidad no asciende sin esfuerzos en el universo, pero tampoco evoluciona el Supremo sin acción inteligente y propósito, porque así como el hombre alcanza su destino humano, del mismo modo, alcanza el Supremo su destino en niveles de deidad. 1285."
"¡El objetivo de la eternidad nos aguarda! La aventura del logro de la divinidad se encuentra frente a nosotros, en la medida que permanezcamos entregados a la guía sabia de nuestro Ajustador, porque el gran circuito del amor viene del Padre, a través de los Hijos a los hermanos y de ahí al Supremo. El amor del Padre aparece en la personalidad mortal por el ministerio del Ajustador residente. Este hijo que conoce a Dios, revela este amor a sus hermanos universales y este afecto fraternal es la esencia del amor del Supremo”1289, “por eso no es tan importante conocer el hecho de Dios en sí, como el que crezcamos cada vez más en la habilidad de sentir la presencia de Dios”1733 a través del amor y que seamos capaces de transmitir este amor a todo nuestros hermanos sin distinción de credo, religión o raza.
¿Qué estamos haciendo para que esta fraternidad universal se lleve a cabo a nivel cósmico? ¡Cómo nos puede parecer nuestra existencia vacía o de poca importancia, si la forma en cómo la vivamos depende la evolución nada menos que del Ser Supremo?
"Recordad que todo lo que Dios el Padre y sus Hijos Paradisiacos hacen por nosotros, nosotros a nuestra vez y en espíritu, tenemos la oportunidad de hacer por el Ser Supremo emergente y dentro de él. La experiencia de amor, felicidad y servicio en el universo es mutua. Dios el Padre no necesita que sus hijos devuelvan todo lo que él les otorga, pero ellos a su vez otorgan (o pueden otorgar) todo ello a sus semejantes y al Ser Supremo en evolución.Todos los fenómenos creativos son reflexivos de actividades antecedentes de espiritu-creador. Dijo Jesús, y es literalmente verdad que «el Hijo tan sólo hace aquellas cosas que ve a su Padre hacer». Con el tiempo vosotros los mortales podéis comenzar la revelación del Supremo a vuestros semejantes, y cada vez más podéis aumentar esta revelación a medida que ascendáis hacia el Paraíso.647 porque "es literalmente verdad: «Ningún hombre vive para sí». La socialización cósmica constituye la forma más elevada de unificación de la personalidad. Dijo Jesús: «Aquél que entre vosotros quiere ser el más grande, dejad que sea el servidor de todos».
yolanda silva solano
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