El reino de Dios es el proyecto de Jesús, el núcleo de su mensaje, de su enseñanza y de su actividad. Significa que la paz, la justicia, la solidaridad, el amor reinan entre los seres humanos y en la naturaleza. Jesús habla del Reino como una noticia gozosa, una realidad presente y futura a la vez.
Para nosotros es un don que recibimos y una tarea que se nos encarga. Para anunciar y construir el Reino, nuestro lugar está, con Jesús, donde se juegan los intereses de Dios, sus hijas e hijos más necesitados.
El anuncio del Reino pide un cambio. No es posible contener en las viejas estructuras –personales, mentales, sociales, religiosas...- lo que Jesús es y ofrece: justicia, paz, verdad, compasión, amor, vida. Las viejas estructuras no sirven para acoger la Buena Nueva de Jesús.