Incluso si no podemos regocijarnos con la idea de morir o de ver
morir a los seres que amamos, es necesario aprender a
considerar
la muerte como una benefactora: permite a los seres liberarse para ir a vivir más lejos, más arriba.
Los Iniciados, que conocen los planes de la Inteligencia cósmica, aceptan la realidad de los dos principios de vida y de muerte, y se esfuerzan en trabajar con el principio de vida que purifica, embellece, ilumina.
El principio de vida es más bien de orden mental y espiritual, y aquel que se esfuerza en alimentarlo mediante pensamientos justos, sentimientos generosos, puede retrasar la acción del principio de muerte.
Por supuesto, incluso haciendo este trabajo, no podremos nunca escapar a la vejez y a la muerte, no debemos hacernos ilusiones. Pero si aprendemos a dar prioridad al espíritu, es él quien mantendrá la actividad en nosotros y nos dará la flexibilidad y la alegría.
El secreto de la vida y de la juventud, la verdadera, es de no pararse nunca en su camino hacia la cima de las montañas espirituales. "
Omraam Mikhaël Aïvanhov
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