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Antes de leer esta conferencia sería conveniente ver MI DIAGRAMA o cualquier diagrama donde
se aprecien los mundos y sus regiones y recordar los siguientes datos:
1º.- Que el esquema del universo donde el ser humano se sitúa, está compuesto de siete mundos
pero que su evolución solo se realiza en cinco de ellos, siendo el inferior y más denso el mundo físico. 2º.- Que el siguiente está compuesto de materia etérica y de forma similar a las ondas y otras
fuerzas eléctricas y electromagnéticas es invisible a nuestros ojos pero, sin embargo y por
esa misma razón, compenetra nuestro mundo físico o materia física. 3º.- El siguiente mundo por “encima”, o mejor dicho, de materia más sutil y por tanto compenetrando
los dos mundos anteriores, se llama mundo de deseos. Éste se divide en dos grandes
regiones llamadas “purgatorio” y “cielo” y es aquí donde vamos después de abandonar el
cuerpo físico para extraer el beneficio de la vida pasada tanto por el mal cometido (por
medio de sufrimiento) como por el bien. 4º.- A continuación viene el mundo del pensamiento, también compuesto de dos grandes
regiones llamadas: Región concreta y región abstracta. Evidentemente es de materia más sutil
aun que los anteriores y los compenetra igualmente. 5º.- Lo mismo que nosotros vivimos en el mundo físico con un cuerpo físico, en los superiores
evolucionan otras jerarquías cuyos cuerpos están compuestos de esa misma materia de su mundo.
Inmediatamente por encima de nuestro mundo y en la región etérica se encuentran los Ángeles;
en el mundo de deseos evolucionan los Arcángeles; en el mundo del pensamiento evolucionan
los Señores de la Mente (Principados en la iglesia católica) y más arriba en los otros restantes:
Las Potencias, Virtudes, Dominaciones, etc. 6º.- Nosotros tenemos: Un cuerpo físico con unos sentidos que nos permiten ser conscientes en
el mundo físico; un cuerpo etérico que es la vida del físico y se relaciona con el mantenimiento,
con el calor de la sangre, con los sentidos, con la procreación y otros aspectos más entre los que
están ciertos poderes del Alma; un cuerpo de deseos donde radican los deseos, sentimientos y
emociones, el cual debemos purificar para que el Yo superior pueda manifestarse a través de
la mente; y un cuerpo mental dividido en dos aspectos llamados mente concreta (con la que
razonamos) y mente abstracta más relacionada con los aspectos y poderes superiores de
la mente. Por encima de estos cuerpos y representado por la voluntad, la intuición y la inspiración
está el Ego o Yo superior, que es el que intenta guiar
a la personalidad compuesta por dichos cuerpos.
ANTES DE LA VENIDA CRISTO
En los primeros tiempos del ser humano cuando comenzaba a utilizar su mente, el hombre estuvo
influenciado y regido por las leyes de Jehová que eran las más apropiadas para su evolución e
ignorancia dado su poco desarrollo espiritual y mental. Este era un Dios que reverenciaban,
que era fuerte, temible y con poder sobre la naturaleza. Entonces la humanidad no estaba preparada
para comprender al Dios del Amor, ya que era sumamente egoísta y se dejaba llevar por su cuerpo
de deseos pasional y más animal que humano; por eso y porque tenían que desarrollar la
mente y la voluntad, las religiones de raza inculcaban el miedo. En esta fase el hombre fue
inducido al desinterés obligándoles a sacrificar parte de sus bienes, esto fue por medio de un
Dios de raza o tribu que exigía sometimiento, reverencia y sacrifico de unos bienes que el hombre
valoraba mucho. Pero este Dios a la vez era amigo y los ayudaba a ganar batallas y a alimentarles. La humanidad era egoísta y no pensaba en los “tesoros celestiales” esto cristalizaba los cuerpos
y había peligro de quedarse rezagados en la evolución como ocurrió con los Ángeles respecto a la
Luna. Antes de tomar el cuerpo físico, Cristo trabajó desde afuera del planeta para preparar la
atmósfera en sentido moral y elevar la vibración, ya que su misión era cambiar la máxima de
“Ojo por ojo y diente por diente” por “Amad a vuestros enemigos” por esto Cristo como
mensajero del Amor infundió en la atmósfera las altruistas vibraciones de hermandad
y fraternidad antes de comenzar su misión.
NACIMIENTO DE JESÚS Y PREPARACIÓN DE LA MISIÓN
Los padres de Jesús eran unos seres extraordinariamente puros y por lo tanto “Iniciados”,
renacieron con la misión especial de dar la semilla fertilizante para suministrar el cuerpo
del Maestro Jesús. Así se obtuvo el cuerpo más evolucionado y puro, gracias a que, tanto
María como José, eran Egos que no habían sucumbido a la tentación de Lucifer, es decir
a utilizar el acto sexual malgastando la energía creadora por simple gozo; eran puros e
inmaculados en el doble sentido. Éstos realizaron el acto de la procreación como un sacrificio
ya que habían superado la naturaleza animal y humana y su desarrollo estaba muy por encima de
la humanidad. Así se creo el eslabón y vehículo que necesitaba Cristo para su misión, de una
Virgen y por medio de la inmaculada concepción. El nacimiento en el pesebre representa el nacimiento de Cristo en el ser humano. La estrella de
Belén era el cuerpo radiante del Arcángel Cristo (con su cuerpo perteneciente al Mundo del Espíritu
de Vida o mundo del Amor) derramando su bendición sobre el cuerpo de Jesús que después
sería suyo. Cualquier iniciado puede ver el planeta Tierra transparente en esa noche santa por
ser la noche más espiritual del año, y por eso mismo puede ver el Sol espiritual que es la
verdadera estrella de Cristo o de Belén. La pureza de María la había llevado a desarrollar los poderes espirituales y a recibir las iniciaciones
suficientes como para ver los mundos invisibles y los seres que lo habitan, pero sobre todo estaba
muy en contacto con los Ángeles. Cuando la humanidad alcance ese grado tendrá tal poder
espiritual que ya no habrá enfermedades ni dolor y seremos conscientes en los mundos superiores. En el nacimiento, los Reyes representan las tres razas: blanca, amarilla y negra, y los
regalos son: el oro que representa el espíritu; el incienso, que es el Alma; y la mirra
que simboliza el cuerpo físico. Jesús es un Ego perteneciente a nuestra oleada de vida, pero antes de nacer ya había utilizado
cuerpos muy desarrollados espiritualmente y más bien como preparación para la misión de Cristo.
El espíritu de Jesús era consciente de su misión y sabía que sólo iba a utilizar ese cuerpo durante
30 años, por lo tanto, debía de mantenerlo puro y prepararlo lo mejor posible. En su infancia
obtuvo y despertó gran conocimiento por medio de los Esenios y su biblioteca. Mucho antes del descenso de Cristo ya estuvo trabajando sobre la atmósfera, junto a Él trabajaron
otros seres para adecuarla espiritualmente, como por ejemplo el Arcángel Miguel y sus huestes. Los acontecimientos de la vida de Cristo son etapas que en su momento tendremos que trabajar y
superar en el sendero de iniciación, al final tenemos que sacrificar nuestra vida para cumplir lo
que Él dijo: “Aquel que no tome su cruz y me siga no es digno de Mí”. Los 12 Apóstoles
eran iniciados que tenían desarrollados los poderes suficientes como para
investigar en la memoria de la naturaleza.
VENIDA DE CRISTO
Cristo es el Iniciado más elevado y puro de la oleada de vida de los Arcángeles. Los Arcángeles
utilizan como vehículo inferior el cuerpo de deseos pero Cristo utiliza el vehículo del Espíritu
de Vida conscientemente como nosotros aquí utilizamos el cuerpo físico. En el Mundo del Espíritu
de Vida (Mundo del Amor) es donde acaba la diferenciación y empieza la unidad de nuestro
sistema solar, por eso vino Cristo desde allí, para la “unificación”, porque hasta entonces
estábamos bajo la influencia de las religiones separatistas de raza, bajo la dirección de
Jehová, cuyo vehículo era en su origen un cuerpo etérico pero utilizaba el de Espíritu Humano. Cristo tuvo que entrar en un cuerpo humano para trabajar como los humanos y superar todos
los impedimentos. Cristo era como un hombre en el cuerpo de Jesús, por eso fue motivo
de tentación para convertir las piedras en pan entre otras, Cristo aprendió por medio
de las limitaciones del cuerpo de Jesús a tener compasión y esto no lo hubiera
conseguido desde fuera del cuerpo. Entre los vehículos de Jesús y los de Cristo tenía la cadena perfecta de cuerpos desde el mundo
del Espíritu de Vida hasta el Mundo físico, esto fue gracias a que Jesús había alcanzado las
vibraciones o desarrollo espiritual del mundo del Espíritu de Vida. Cristo es un Arcángel perteneciente a la Jerarquía de Capricornio y actúa desde la esfera
del Sol Espiritual -aura de Luz del Sol-. A través de un proceso cósmico se fue acercando
a la tierra y en el bautismo encarnó en el cuerpo físico de Jesús para cumplir Su misión durante
3 años; desde entonces Cristo es la “Fuerza espiritual de la Tierra” Él es el único que
ha tenido todos los vehículos que se pueden obtener en este esquema evolutivo. Con la venida de Cristo se dio la oportunidad de acelerar el proceso evolutivo a los más
adelantados puesto que estaban casi paralizados y estorbados por la gran mayoría de rezagados.
De esta forma se abrió la nueva etapa (se rasgó el velo) ya no se pedía que se sacrificaran
bienes sino que se sacrificara el hombre dando su propia vida por los demás, y para eso,
quien quiera adelantar su desarrollo espiritual, debe sacrificarse, esforzarse y servir
desde la mañana hasta la noche. A cambio de esto no se ofrecen ganancias
materiales sino solamente la “felicidad futura”. Por eso, el sacrificio del calvario se convirtió en el
áncora (amparo de un peligro) de la esperanza
para las almas. La influencia de Cristo es unificadora, la Ley de Jehová era “Ojo por ojo
y diente por diente” y la de Cristo es “Ama a tu prójimo como a ti mismo” Las leyes de
“Renacimiento y Consecuencia” sirven para el desarrollo de la oleada de vida pero en
aquella época y para los rezagados no era así, estos necesitaban una ayuda extra y
principalmente para ellos vino Cristo, o sea, para salvar a los pecadores y
para traer Paz y buena voluntad a todos. Cuando íbamos al purgatorio después de la muerte no podíamos elevarnos porque no
había materia más elevada y pura y por lo tanto no podíamos borrar nuestros pecados.
Es conveniente recordar que los evangelios son fórmulas iniciáticas de 4 Escuelas de Misterio
EL BAUTISMO
En el momento del bautismo y por medio de lo que llamamos asfixia, Jesús abandonó su cuerpo
físico y vital para que lo habitara el Iniciado más elevado de los Arcángeles. El cuerpo no murió
sino que hubo un acto en el cual intervinieron: El Espíritu Santo, Juan el Bautista (iniciado)
los Ángeles, y los Arcángeles, ellos hicieron las conexiones adecuadas para que Jesús
dejara el cuerpo vital a Cristo para así poder cumplir su misión. Esta consistía en purificar
la materia de deseos del planeta para que el ser humano pudiera continuar su evolución.
Esto tuvo que ser así porque Cristo no podía crear un cuerpo físico, ya que no había tenido
esa experiencia ni había creado esos arquetipos como lo hacemos nosotros; además era
necesario nacer y pasar una infancia y no se podía perder el tiempo en eso. Por eso les
fue concedido ese privilegio a José y María, quienes cuidaron e instruyeron junto a los
Esenios a Jesús y más concretamente su cuerpo físico y vital.
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