Como humanos estamos vivos, por supuesto, pero no vivimos: La mayoría del tiempo puede decirse, que sólo estamos ocupados. No nos damos cuenta que por estar en múltiples actividades en las que pasan nuestras jornadas, nos olvidamos de vivir.
Vivir es respirar, alimentarse, desplazarse, dormir, hacer gestos, hablar, etc. Pero, quién está preparado para admitir que en estas actividades, hay algo que aprender y que nunca había pensado en ello? Pero quién está preparado para decirse: «Es verdad, respiro, me alimento, camino, utilizo mis manos… pero, cómo? Acaso no hay algo que podría mejorar si fuera más consciente? Ya que a cada instante del día; es la vida Divina, la que se manifiesta a través nuestro.