Señor, gracias en este día, porque sé que tanto el justo como el sabio y sus obras están en tus manos. Nada de lo que pueda suceder y elevar mi orgullo, podrá tocarme si mantengo la perspectiva, de que todo está en tus manos. No es lo que yo hago, eres Tú quien realmente manifiestas tu poder.
Señor, perdóname las veces que he permitido que la vanagloria inunde todo mi corazón y las veces que me he olvidado de que todo lo que sucede viene de tu mano. Yo no soy nada, solo un minúsculo instrumento de tu voluntad.
Señor, ayúdame a seguir este camino que me marcas cada día, no permitas que nada ni nadie me desvíe de él y dame las fuerzas para superar todas las dificultades que se vayan presentando.
Señor Jesús, te pido que bendigas a mis amigos, hermanos y lectores de esta página.