Es natural lamentarse de las faltas que se han cometido, pero no
es necesario insistir en ellas y darse continuamente golpes en el
pecho pensando que vamos a atraer de esta forma la misericordia
divina. No, en realidad, con esta actitud, lo que hacemos es
volver a crear, en el astral, clichés, fealdades, miserias,
siempre las mismas y las alimentamos.
¿Has cometido errores y te arrepientes? Muy bien, pero no
insistas más sobre ellos. Una vez comprendido qué es lo que
has hecho mal y porqué, recuerda a tu memoria los
momentos luminosos que ciertamente has conocido también,
esos momentos en los que te sentiste un hijo de Dios, ligero,
feliz, lleno de amor por el mundo
entero. De esta forma
restablecerás en tu alma condiciones para que las
entidades que participaron en estos estados de alegría y de luz,
vuelvan a visitarte, y recibirás de nuevo fuerzas y
bendiciones."
Omraam Mikhaël Aïvanhov