respuestas, sino también porque sé que mis respuestas pueden beneficiar a otras
personas. Esto es lo que es llamado ser un canal.
Los profesores del Centro de Kabbalah experimentan esto todo el tiempo. Cuando
se reúnen con la gente, frecuentemente se les formulan algunas preguntas muy profundas.
Y todos tenemos amigos, familia y colegas que acuden a nosotros con sus propias
preguntas profundas. Lo mejor que podemos hacer es cerrar nuestros ojos
(si estamos solos), dejar en blanco nuestra mente, cancelar todos nuestros pensamientos
y percepciones (lo mejor que podamos) y pedir a la Luz la respuesta.
Debemos evitar el dar una respuesta si ésta viene de nosotros. Si es necesario podemos
decirle a esa persona que no sabemos y que volveremos a contactar con ella cuanto
tengamos la respuesta. Algunas veces, decir que no sabemos es la cosa más
espiritual que podemos hacer. Pero no debemos preocuparnos; si llamamos a la
puerta de la Luz, seguramente obtendremos inspiración y recibiremos sin duda
una respuesta . De hecho, puede que ni siquiera recordemos la respuesta que hemos dado.
Y así es cómo nos damos cuenta de que estamos actuando como canales. La Luz
fluirá a través de nosotros, y nuestra mente intelectual no será capaz de
intervenir con el riesgo de alterar el mensaje.
Todos podemos hacerlo; para eso estamos aquí. Todos estamos diseñados con
este poder innato. No tenemos que acercarnos a otra persona para encontrar las
respuestas o conectarnos a esta habilidad; todo lo que tenemos que hacer es
sintonizarnos con la Luz. Todos poseemos esta sabiduría en nuestro interior.
Por supuesto, cuanto más anhelamos y buscamos esta sabiduría, más crecerá
en nosotros, pero lo cierto es que ya somos unos canales increíbles. El sólo
hecho de saberlo nos ayudará en nuestra búsqueda de las respuestas.
Esta semana, en cada ocasión que se presente, practica ser un canal. Hay incontables
oportunidades para que puedas hacerlo a lo largo del día. Cuando nuestro amigo nos
pregunta sobre el dilema que está viviendo en su trabajo, debemos preguntarle a la
Luz cuál es la respuesta y desechar nuestros intereses personales. Cuando necesitamos
que se nos ocurra qué debemos escribir en el correo electrónico que vamos a enviar a
un amigo con el que hemos reñido, eso es lo que necesitamos hacer. Desde preguntas
pequeñas a preguntas más grandes, a medida que practicamos esta habilidad y la
integramos en nuestras vidas veremos cómo suceden milagros increíbles.
En definitiva, ser un canal se trata de estar en el lugar adecuado en el momento adecuado.
Esto es lo que todos necesitamos y podemos tener si empezamos a vivir la vida de esta forma.
Las posibilidades son ilimitadas