No hay un momento mejor en todo el año para empezar algo nuevo que ahora mismo.
Durante los dos últimos meses, hemos estado trabajando duro en nosotros mismos. Elul, Rosh Hashan, los Diez Días del Arrepentimiento, Yom Kipur, Sucot: todos ellos nos han servido para preparar nuestra tierra. Nuestra alma.
Yo no soy jardinero, pero sí que la calidad de nuestras cosechas depende de la calidad de nuestra tierra. Cuanto más labres la tierra (proceso por el cual se ara, se surca y se revuelve), más se enraizarán y crecerán tus semillas.
Arriesgar, cavar en nuestro interior, rogar el perdón, examinar nuestras lecciones y revolvernos es exactamente lo que hemos estado haciendo durante estos dos últimos meses.
Ahora la tierra está preparada.
¡A PLANTAR!
Esta semana, aférrate a tus sueños. Este es el momento de hacer que sucedan. Y si ya estás viviendo tu sueño, puedes vivirlo de formas antes desconocidas para ti.
Empieza algo nuevo. Retoma un antiguo proyecto postergado en la estantería y dale un soplo de vida. Permanece abierto a las coincidencias y a lo impensado. Las oportunidades están por todas partes.
Sé audaz y empieza tu año con un toque de certeza y éxito.