Todos nosotros somos parte de un plan inmenso, una empresa gigantesca, y es la vastedad de esa empresa la que convierte en imposible poder ver mucho de ello en un determinado tiempo y durante una vida cualquiera.
El Libro de Urantia. Pág. 364
Esta cita responde a nuestra ignorancia cuando muchas veces, ante acontecimientos incomprensibles para nuestra mente finita nos preguntamos y ¿dónde está Dios que permite que esto ocurra? Nosotros sólo podemos ver lo mediático y lo que nos afecta en forma personal, pero resulta que estamos lo queramos o no, en un plan que no sólo involucra nuestros propósitos, sino los de todo el universo y más.
"En el universo, cada unidad se considera parte del todo. La superviviencia de la parte, depende de la cooperación en el plan y el propósito del todo. La supervivencia de la parte depende de la cooperación con el plan y el propósito del todo, que en último término es hacer la voluntad del Padre.52
Esta comunión con el Todo, se realiza a nivel cósmico en la medida que el ser humano es capaz de discriminar entre la verdad y el error para lo cual se necesita de una mente sana, que desee buscar la verdad, la belleza y la bondad porque "estos valores abarcan la revelación de la Deidad. 647
"La voluntad del Creador y la voluntad de la criatura son cualitativamente diferentes, pero también son semejantes experiencialmente, puesto que ambos pueden colaborar en el logro de la perfección del universo 1279 pues "hay en la mente de Dios un plan que involucra a cada criatura de todos los vastos dominios, y este plan consiste en un propósito eterno de oportunidades ilimitadas, progreso sin límites y una vida sin fin. 365
Lo que nuestra fe debe tener presente es que Dios ama a todas las criaturas sin excepción pero a la vez a cada uno de nosotros en forma particular, pues "el amor del Padre individualiza absolutamente cada personalidad como un hijo único del Padre Universal, un hijo sin duplicado en el infinito, una criatura volitiva irremplazable en toda la eternidad. El amor del Padre glorifica a cada hijo de Dios, iluminando a cada miembro de la familia celestial, perfilando agudamente la naturaleza única de cada ser personal frente a los niveles impersonales que se hallan fuera del círculo fraterno del Padre de todos. El amor de Dios retrata vivamente el valor trascendente de cada criatura volitiva, inequívocamente revela el altísimo valor que el Padre Universal ha colocado sobre todos y cada uno de sus hijos, desde la más elevada personalidad creadora de estado paradisiaco hasta la personalidad más inferior de dignidad volitiva entre las tribus de los hombres salvajes en los albores de las especies humanas, en algún mundo evolutivo del tiempo y el espacio-139
Tengamos en cuenta este plan y en todo lo que nos ocurre en forma particular y en los accidentes del tiempo, veamos la manera de colaborar con la voluntad divina, teniendo la seguridad que "el Padre universal no se ha retirado de la administración del universo, porque él no es una Deidad inactiva y que el alcance divino se extiende alrededor del círculo de la eternidad y que todas las cosas están siendo constantemente renovadas 55 Pero "la única seguridad que tienes de este Dios personal, consiste en tu propio discernimiento, en cuanto a tu creencia de las cosas espirituales y experiencias con ellas. 1107 Entre conocer y tener la experiencia, hay una inmensa diferencia pues "el conoci miento se puede demostrar, la verdad se experimenta, el conocimiento es una posesión de la mente, la verdad es una experiencia del alma, del yo en progresión 1455
yolanda silva solano