Existe un secreto para transformar nuestras maldiciones en bendiciones.
En momentos de dificultad, no es suficiente decir solamente: “Está todo bien”, o “Esto es para bien”.
El trabajo espiritual es buscar el tesoro en la situación que parece un desastre.
Puede tomar tiempo, pero si eres persistente en tu búsqueda, descubrirás las bendiciones ocultas
transformando de ese modo la maldición.