Amigo, es muy tarde y la noche se envuelve en pergamino de oscura sombra en
nuestro pueblo. Estás ahí, sentado pensativo y taciturno, vacilando en llamar o en
esperar a que te llamen. Dudas…dudas tanto en tu emoción que tus ideas se cobijan
en preguntas sin respuestas, en explicaciones que quizás…no quieres escuchar.
Estoy aquí y en el silencio de mi presencia que en momentos no percatas, me envuelvo
en pequeña autista adulta, para no interrumpir tu indecisión de un acto de cobardía
o de coraje… pero ¿sabes? el amor es así y debemos comprenderlo, dejarlo
o aceptarlo pero nunca abandonar o enterrar su concepción
en la existencia misma del sentir.
Es tu opción personal en el ahora y nada puedo aconsejarte, porque en cuestiones
del corazón no existe exhortación de un compañero….es uno mismo
quién debe revelar su incertidumbre…
Sigues ahí, en el mismo lugar con tus vacilaciones y tristezas y yo estoy aquí para
acompañarte en tu desvelo, si necesitas mis manos tengo dos, si quieres
minutos te regalo calendarios, respeto tu tiempo y tus espacios…soy tu amigo
que en insomnio te acompaña en tus actos de coraje o cobardía…