A menudo me preguntan: ¿Cómo puedo saber
cuándo bastante es suficiente?
Por una parte, sabemos que todo sucede por algún motivo, y
que no hay errores ni casualidades.
Por otra parte, hemos aprendido que nunca podemos rendirnos, pues
sabemos que con las herramientas y la energía adecuadas podemos
revertir cualquier decreto o karma.
Entonces, ¿qué debemos hacer? ¿Dejar que la Luz
decida o no rendirnos nunca?
La respuesta es: las dos cosas.
En cualquier momento dado, no se trata de
dónde se supone que debemos
estar. Se trata de qué trabajo, qué relación y qué decisión tomamos.
Todos los momentos cuentan. Todas las decisiones cuentan. Y si
observamos nuestras decisiones en la vida como tales, dejamos de
luchar y empezamos a ganar.
Pero, lamentablemente, nunca podemos saber
verdaderamente si estamos
tomando la decisión correcta.
Lo que SÍ sabemos es que estemos donde estemos, es ahí donde la Luz
quiere que estemos. Es el mejor lugar para nosotros AHORA. Y mientras
no intentemos controlar la situación, no acabaremos en el lugar
en el que no debemos acabar.
El problema empieza cuando estamos tan enfocados en la lucha entre
el sí y el no que perdemos de vista el cuadro más amplio. Si podemos
permanecer presentes y encarar el momento que tenemos delante de
nosotros, sea cual sea nuestra batalla, entonces si perdemos sabremos
que al fin y al cabo no se suponía que ganaríamos esa
batalla desde un principio.
Esta semana, enfócate en la persona que tienes delante de ti, la
oportunidad que está frente a ti, las opciones que puedes elegir en
este momento. Especialmente ahora, cuando muchos de nosotros
pasaremos más tiempo con amigos cercanos y familia, necesitamos
mantenernos enfocados en las cosas que podemos afectar. Yo
sé que necesitaba este recordatorio.
¿Y tú?