La Personalidad:
La personalidad, al igual que el bordado, es algo que se va elaborando punto por punto.
Los hombres geniales despiertan la admiración, los hombres adinerados la envidia; los poderosos causan temor, pero sólo los hombres rectos inspiran confianza.
La grandeza no se encuentra en los bienes que se poseen, en el poder, la posición ni el prestigio. Reside en la bondad, la humildad, la abnegación y la fuerza del carácter.
No puedes controlar la largura de tu vida, pero sí puedes determinar su anchura, su profundidad y su altura.
Es verdad que las opiniones ajenas pueden hacer daño a tu reputación. Pero tú eres el único que puede arruinar tu personalidad.
Para conocer la verdadera medida de la riqueza de un hombre, habría que ver cuál sería su valor si se le despojara de todo su dinero