Cuando las cosas están saliendo bien, tenemos la tendencia a no invertir tanto
de nosotros en aquellos aspectos que estimulan nuestro crecimiento personal.
Es cuando el recorrido se pone difícil que nos volvemos devotos a crear una
mejor vida para nosotros mismos.
Es la naturaleza de este mundo que tendremos que continuar lo queramos o no.
Escoger cambiar proactivamente es mucho más fácil que ser empujados por el
universo, y ésto nos hace cocreadores de un mejor destino.
Los momentos en que “las cosas están saliendo bien” son realmente una
oportunidad para pensar en cómo podemos empujarnos hacia adelante,
para alcanzar alturas incluso más grandes en nuestra felicidad.