¿Has notado cómo la felicidad es a menudo fugaz? Sin importar cuán eufórico te sientas,
al final tu mente encuentra cosas por las cuales preocuparse. Algunas veces incluso
creamos problemas donde en realidad no hay ninguno.
Una de las tendencias más autodestructivas que tenemos como humanos es no permitirnos
ser felices. Esto ocurre porque existe otra voz en nuestra cabeza, la fuerza del adversario
que se abalanza en el momento en que alcanzamos cualquier sentimiento de verdadero
júbilo, y susurra en nuestros pensamientos todas las razones por las cuales necesitamos
tener miedo, estar molestos o estresados.
Nuestro trabajo es escoger conscientemente un sentido de paz interior sobre esa voz de
la negatividad.
Una vida de felicidad yace en tus manos y, más importante, en tu propia mente. Sólo está
esperando que la escojas.