Aférrate a tus sueños, y no los abandones jamás. Muéstrale al mundo lo que yo bien sé: ¡Lo maravilloso que eres!
Confía en las posibilidades de la vida, y no te apresures a juzgar a los demás.
Confía en la estrella que brilla en tu cielo.
Encara tus problemas uno por uno para vencerlos. No huyas de aquellos que traen amor a tu vida. Mira lo bueno en la vida y no sucumbas en las adversidades.
Muéstrate tal como eres, pues tienes cualidades especiales que te han sostenido hasta ahora, y que siempre te sostendrán. No pierdas el valor.
Llena tu corazón de felicidad y ¡espárcela en todo lo que hagas! Confía en toda tu fuerza interior que Dios te ha dado. Confíale todo a Dios.