Cuando alcanzamos algo, está en nuestra naturaleza el descansar en nuestros laureles y
complacernos en la gloria.
Si bien es saludable disfrutar nuestro éxito, esto no debe evitar que continuemos hacia
metas aún mayores.
La autopista al paraíso está llena de muchas paradas de descanso. Resiste la tentación
de salir del camino y cada día te encontrarás más cerca del destino que has soñado.