El disfrute de la felicidad es ahora y no “tal día, una vez que haya logrado tal cosa, seré feliz” Pues, ese “tal día” nunca llegará porque siempre surgirán aplazamientos y más exigencias. Sostener ese rol del cual nos hemos apoderado en vez de ejercerlo adecuadamente, cada vez será más caro y cada vez minará más nuestros vehículos de expresión (cuerpo, mente y emociones)
Hay una forma sana de mirar, de expresarnos, de escuchar. Se habla de “sanar una relación” y para ello es necesario nuestro reconocimiento del otro. Ese otro que es tan hijo de Dios como nosotros, pero que a veces miramos con desprecio |