Seguir a Jesús implica poner en el centro de nuestra mirada y de nuestro corazón a los pobres.
Seguir a Jesús es vivir con compasión. Sacudirnos de encima la indiferencia.
Seguir a Jesús pide desarrollar la acogida. No excluir ni excomulgar. Derribar fronteras y construir puentes.
Seguir a Jesús es tomar la cruz de cada día en comunión con Jesús y los crucificados de la tierra.
Seguir a Jesús es confiar en el Padre de todos, pedir la venida de su reino y sembrar la esperanza de Jesús contra toda esperanza.
Esta es la Buena Noticia que se nos revela en Jesucristo: Dios se nos da a sí mismo como lo que es: Amor.
José Antonio Pagola.