"Cada uno de ustedes tiende de una manera
natural a acercarse o a alejarse de ciertas personas, de ciertos objetos, de ciertos asuntos. Es una cuestión de disposición interior, de temperamento, están así hechos y es inútil pedirles que cambien de temperamento, no podrán. Pero lo que sí está en su poder, es hacer el esfuerzo de elevarse a las regiones del alma y del espíritu, de dejarse impregnar de los efluvios, de las corrientes de esas regiones que son los efluvios y las corrientes del amor divino.
Una vez que este amor se instala en ustedes, que no los abandona, ya no se dejarán guiar por sus atracciones y sus repulsiones, mirarán de otra manera la existencia y, cualesquiera que sean sus sentimientos por los seres, se beneficiarán de la luz que han adquirido de esta manera allí arriba, muy arriba. " (Omraam Mikhaël Aïvanhov)
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