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Para mi personalmente ,un artista que ante una grabación
en el estudio y que será la que luego entre a formar
parte de ese nuevo CD , que sea capaz de emocionarse
ante la letra que el mismo escribió, como le ocurre a
Víctor ,si tenéis la paciencia de escuchar toda
la canción lo podréis ver....vaya eso me dice
tantísimo de esa persona como ser humano ,que no tendría
palabras para describirlo.
(SEMEJANTE AL NANO) Yo se como es este señor, pues
además de tener el gusto de conocerle personalmente ,
he seguido toda su trayectoria músical. Unos dicen que si
es Ateo, otros que si Comunista , otros que si le hizo una
canción a Franco.TODOS DICEN LO QUE NO DEBERÍAN
ANDAR DICIENDO, pero nadie ha dicho la calidad humana
de este gran artista, que sin llevar rotulo
de :Rosacruz, Teosofo,etc,
esta mas cerca de Dios que muchos que tienen su nombre
en la boca todo el día, hablan y hablan de Dios, pero
y su vida ¿Cómo es? No diré nada, pues sería ser
como ellos, pero si que digo que me apunto a las filas
de personas como ,Víctor Manuel San José Sánchez y
puedo decir ,sin temor a equivocarme ,que esta mas cerca de Dios,
que la gran mayoría que son de Escuelas Esotéricas, Grupos
Religiosos, etc. En verdad ,Víctor, que eres un
Gran corazón tendido al sol, y también sabes donde están
los amigos de verdad, tu lo decías....NUNCA PIDEN NADA
Y SIEMPRE DAN.
“El perdón es una decisión, no un sentimiento, porque cuando perdonamos
no sentimos más la ofensa, no sentimos más rencor. Perdona, que
perdonando tendrás en paz tu alma y la tendrá el que te ofendió”
Madre Teresa de Calcuta (1910 – 1997).
“Si no perdonas por amor, perdona al menos por
egoísmo, por tu propio bienestar”
Dalai Lama (1935 - ). Líder espiritual del Tibet.
Perdonar es el valor de los valientes. Solamente aquel que es bastante
fuerte para perdonar una ofensa, sabe amar. Perdonar nos acerca más al camino del amor... Perdona, para que sane tu alma... Perdonar es el significado del verdadero amor...
sólo quien ama realmente, perdona. Perdonar es decidirse a disfrutar la vida. Perdonar es mirar al futuro sin guardar recuerdos del pasado. El perdón es el perfume que despide una flor después de ser pisada. Siempre es pronto para errar pero nunca tarde para perdonar...
Mira tu vida como una extensa obra con diversos actores;
entonces, perdona a cada uno y simplemente continúa tu
función. Cuando nos estancamos y no nos permitimos perdonar
y olvidar lo que otros nos hicieron, entonces vivimos una media
vida. Es solo la mitad, porque la otra mitad, la está viviendo toda
la gente del mundo en que existes. Cada uno de ellos, tiene
algo que aportarte en tu crecimiento como ser. Al reconciliarse
con los demás, en realidad lo está haciendo contigo mismo.
Estás abriendo una puerta y una ventana que son muy
importantes para tu progreso. Estás generando un entorno
de armonía y bienestar y permitiendo que otros también
se reconcilien a partir de tu ejemplo.
Cuando aprendes a perdonar dejas una gran mochila
que has cargado toda tu vida sin darte cuenta.
Perdonar, sanar, restaurar, renovar… Porque existen recuerdos, situaciones, acontecimientos, personas, que más que huellas
han dejado heridas en el alma y se convierten en la piedra en el zapato que no nos deja
avanzar puesto que duele y lastima cada vez que intentamos amar… es
necesario, urge, aprender a perdonar…
¿Y qué es el perdón?... Es la medicina que sana el dolor del alma, es el sentimiento que devuelve la esperanza, es el milagro que renueva o restaura, es la magia que nos permite recordar sin sufrir, y muchas veces olvidar aquello
que tanto nos hizo llorar, nos robó la fe, en el amor, en la amistad, en
Dios, en uno mismo o en los demás…
Por ello debemos aprender a perdonar; quizás a Dios, no porque haya hecho algo mal… sino por aquello que lo hemos de culpar: enfermedades, accidentes,
consecuencias de los errores de la humanidad, infertilidades, hijos con
características no esperadas, abundancias o carencias, inconformidades propias
que nos impiden encontrar la paz. Hacemos de nuestra oración un muro de lamentos,
nos alejamos de El porque no logramos entender o discernir cuál es su Voluntad, le culpamos de los errores de otros…
Para poder renovar nuestro interior, es preciso liberar de toda culpa a Dios, aprender a descubrir y experimentar su inmenso amor y
encontrar en él la sanación interior…
Hay casos en los que nos cuesta reconocer, que es a nosotros mismos a los que
debemos perdonar; porque nos culpamos de muchas de las cosas que pasan a
nuestro alrededor, juzgamos muy severamente nuestros errores, nos atormentamos
por lo que dejamos de hacer o hicimos mal; divorcios, muertes, separaciones,
palabras dichas y otras que no se dijeron, flores marchitas, historias de amor y amistad que no lograron terminar de escribirse o que tuvieron un triste final… Y nos quedamos estancados en el pasado sin poder avanzar; negándonos la oportunidad
de empezar de nuevo, liberarnos, restaurar, renovar… Perdonarnos, es ser capaces de aceptar e indultar nuestra propia humanidad; pasar la hoja, atrevernos a escribir un
nuevo capítulo de nuestra historia personal.
Para encontrar la paz del alma, hace falta perdonar también a los demás; la palabra que dolió, la traición que golpeó, la acción que la vida destrozó,
el abandono que dejó vacíos internos, la omisión, la indiferencia, los acosos, el cansancio,
la fragilidad humana del otro que tanto hirió, que robó la fe, la esperanza de creer
en el amor, en la amistad, aún en el mismo perdón…
Perdonar al otro es liberarnos de sentimientos que causan mucho más dolor; porque nos encasillan en hechos que ya pasaron, en tormentas que cesaron, en
diluvios y terremotos que aunque arrasaron con lo mejor de nosotros mismos, no todo
se lo han robado; porque mientras nuestro corazón siga latiendo, tenemos la
oportunidad de seguir viviendo, restaurando lo que está destruido, renovar el
corazón herido, devolviendo la fe y la paz que se había perdido…
El perdón sale de nosotros mismos, de nuestra capacidad de amar, de volver a empezar… El aprender a perdonar surge de esa experiencia que tengamos
del amigazo Dios que nos enseñó a perdonar, saldando El mismo todas nuestras
deudas, liberándonos de toda culpa, regalándonos la nueva vida en el Amor que a
diario nos manifiesta, en esa cruz, que más que condenarnos nos redime y nos libera…
Perdonar es empezar de nuevo, amar con tanta intensidad que hagamos del perdón
El milagro que restaure nuestra vida, le devuelva la paz y la esperanza perdida; y
nos llene de fuerza y fe para hacer nuestros sueños realidad….
Por ello, revisa tu interior y piensa: ¿Qué te hace falta perdonar? ¿Qué te impide avanzar?... ¿Estás listo para empezar de nuevo, reparar, restaurar, renovar?...
Solo Dios nos da esa capacidad de perdonar; de El recibimos y aprendemos el perdón que le devuelve la paz al corazón…
Cada día en nuestra oración repetimos: Perdónanos como perdonamos…
digámosle también, enséñanos a perdonar como Tu nos has perdonado… Así Sea…
AUTOR: KARY ROJAS
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