"Has decidido emprender un trabajo sobre ti mismo y
haces esfuerzos, ejercicios. Pero he aquí que después de
algún tiempo empiezas a cansarte pues, a la larga, esto se
vuelve aburrido, fatigoso. Sí, no cabe duda, perseverar en sus
esfuerzos es difícil, pero pararse presenta grandes
inconvenientes.
Tomemos el ejemplo del motor de un coche. Para ponerlo en marcha,
debes consumir una cierta cantidad de energía. Si te paras y
apagas el motor, cuando quieras ponerlo en marcha, deberás
consumir la misma cantidad de energía. Pero puedes también
parar momentáneamente el coche sin apagar el motor, y así se
pone en marcha más fácilmente. ¿No crees que hay aquí mucho
que reflexionar para sacar conclusiones? Puesto que has
comenzado un trabajo interior, no te detengas: si estas
cansado, ralentiza un poco tus esfuerzos, pero deja
tu «motor» en marcha. Esto te evitará muchos problemas el
día en que, lamentando haberte dejado llevar por la pereza,
quieras retomar el trabajo."
Omraam Mikhaël Aïvanhov