Ser una persona positiva no es sólo algo bueno, es de hecho una protección.
La conciencia positiva crea realidades positivas. Cuando vemos lo bueno en todo y en todos
(incluyendo lo bueno en nosotros mismos) podemos comenzar a aceptar lo bueno que está a nuestro alrededor.
Mientras más estemos conectados con la fuerza de la positividad, menos negatividad podrá tocarnos.