E L T A B A C O
Enemigo de la humanidad
No cabe duda que, después del alcoholismo, el vicio del tabaco es de los
que mas cruelmente azotan a la humanidad. A diferencia del primero, que
causa estragos desde los tiempos bíblicos, el tabaco es de historia
relativamente corta, ya que data desde el descubrimiento de América.
En cuatro siglos y medio, este producto mortífero, llamado tabaco, ha
invadido los continentes, se ha posesionado de los hombres, hasta dominarlos,
y no sabemos hasta donde llegará su nefasta obra, ya que las mujeres y hasta
los niños, le pagan tributo.
Sabemos lo difícil que es expulsar al enemigo cuando esta adentro. El
fumador sabe por triste experiencia, que el vicio ha hecho carne en el, y se
encuentra imposibilitado para expulsarlo. Todo fumador es un vencido.
Son numerosos los venenos que se han hallado en las hojas del tabaco o
que son engendrados por su combustión. He aquí la lista de los principales:
FURFUROL:
Aceite toxico que provoca ataques epilépticos
COLIDINA:
Alcaloide tan venenoso como la nicotina, que produce vértigos.
ACIDO PRUSICO:
Uno de los tóxicos mas violentos que se conocen; es el causante principal
de los vértigos, dolores de cabeza y nauseas en el fumador.
OXIDO DE CARBONO:
Es un producto de la combustión del tabaco que ocasiona un
envenenamiento lento, responsable de muchas afecciones. Es el mismo gas
que se desprende de los braceros encendidos y que tantas victimas ocasiona.
Al fijarse en la sangre, impide la absorción del oxigeno, produciendo asfixia.
El fumador ingiere diariamente y a todo momento pequeñas cantidades de
este gas, produciéndole un estado de intoxicación crónica.
NICOTINA:
Es otro de los venenos más violentos que se conocen, atacando todos los
órganos y en especial: las arterias, el corazón y el cerebro. La nicotina es un
liquido aceitoso, incoloro, pero se oscurece al contacto del aire. 2 gotas sobre
la lengua de un perro, lo matan en contados segundos, de parálisis del
corazón y del sistema nervioso.
También se hallan en el tabaco los siguientes venenos: nicoteina,
nicotilina, nicotina, isopirina, pyrolina, alquitrán tábaquico, piridina, cresol,
etc.
Las observaciones clínicas han venido señalando desde hace mucho
tiempo, la frecuencia del cáncer en los fumadores, localizado especialmente
en los labios, lengua, mejillas, laringe, bronquios y pulmones. Lo que favorece
al fumador, es que el organismo humano se defiende enormemente,
expulsando mucho del alquitrán que penetra con el humo, ya sea por la tos, la
salivación o la expectoración; pero a la larga, la acumulación diaria de
alquitrán que se deposita continuamente, vence las defensas de las sensibles
y tenues mucosas.
Muchos fumadores creen estar al abrigo del peligro del cáncer porque no
tragan el humo, grave error; el humo con el cual llenan la boca, al enfriarse,
precipita el alquitrán que se va acumulando en los intersticios y cavidades,
para ser arrastrado luego en forma de pequeñísimas gotas, al árbol
respiratorio y también al tubo digestivo, mediante los alimentos y la saliva. La
continua ingestión de alquitrán tábaquico, produce a la larga, cáncer en el
estomago y en otros órganos digestivos.
Se ha dicho con mucha razón, que todo fumador es un vencido; con la
voluntad anulada y la atención dispersa, no puede luchar eficazmente contra
el vicio, que lo tiene maniatado y dominado. Trata de buscar atenuantes o
paliativos como son los filtros usados por algunos fumadores. Los venenos del
tabaco se hallan en su humo, de modo que mientras no se suprima el humo,
no se conseguirá evitar los venenos. Los filtros actúan más bien
psicológicamente sobre el fumador, que entonces fuma más a sus anchas, por
creer que se intoxica menos.
EFECTOS DEL TABACO SOBRE LOS DIVERSOS ORGANOS
Conociendo los poderosos venenos contenidos en el tabaco, es fácil
comprender porque el fumador sufre su acción lenta, insidiosa y segura desde
el día en que fuma su primer cigarrillo (que su organismo rechaza
produciendo: mareos, nauseas, vómitos, palidez, angustia, vértigos, dolor de
cabeza y debilidad muscular) hasta que baja a la tumba. Ningún órgano
escapa a la acción deletérea de este toxico fatal.
SOBRE LOS RIÑONES
Cuando una persona fuma, el veneno que ingiere debe ser eliminado de
algún modo: una parte pasa a los pulmones, y el olor se siente en el aliento;
un poco es eliminado por la piel y transpiración. Pero la mayor parte es
excretado por los riñones, los que primeramente se congestionan y después se
degeneran y enferman, produciendo albuminuria. El tabaco es responsable de
un gran número de enfermedades renales como son: nefritis, uremia, litiasis
renal, etc.
SOBRE EL HIGADO
Sin embargo, los riñones sufren menos que el hígado; lo cual se debe a que
este ultimo órgano que desempeña una importante función antitóxica, es el
primero, que recibe la nicotina y demás venenos tabaquistas, cuya acción
trata de anular, siquiera en parte, para salvar a los demás órganos del cuerpo.
El resultado es la inflamación hepática, seguida de su degeneración más o
menos rápida.
SOBRE EL CORAZON Y LAS ARTERIAS
Todos los venenos contenidos en el tabaco tienen una marcada acción
sobre el músculo cardiaco, en el que producen diversas lesiones, bien
conocidas por los médicos. Así mismo atacan las arterias, provocando:
arteritis, aneurismas, espasmos y especialmente obstrucción capilar,
arteriosclerosis, angina de pecho, etc. La hipertensión arterial (presión alta
de la sangre), tan frecuente en los fumadores, provoca un gran aumento en el
trabajo del corazón, agravándose así el circulo vicioso.
SOBRE LA SANGRE
La palidez característica del fumador, es debido al oxido de carbono
producido por la combustión del tabaco, dificulta la oxigenación de la sangre.
Esta demostrado también que el tabaco destruye los glóbulos rojos,
contribuyendo a la anemia, así como a los glóbulos blancos, que tienen tan
importante función de defensa que cumplir en el organismo humano.
SOBRE EL SISTEMA NERVIOSO
El tabaco, el opio y el alcohol, obran especialmente sobre el sistema
nervioso. Aun en diminutas cantidades es muy perjudicial para las delicadas
estructuras del cerebro y los nervios. La neurastenia y un buen numero de
desordenes nerviosos crónicos, se pueden atribuir al tabaco en su gran
mayoría.
Una de las consecuencias mas comunes del tabaquismo es la inseguridad
en los nervios o temblor, con el transcurso del tiempo se hace permanente,
notándose especialmente al escribir o hacer un trabajo delicado.
El prolongado uso del tabaco esta reconocido como una de las causas más
comunes de la locura, esta enfermedad ha aumentado en proporciones
fantásticas en los últimos años, paralelo al fantástico aumento del consumo
de tabaco.
Seria interminable hablar de los funestos efectos del tabaco sobre cada
uno de los demás órganos; son demasiados conocidas las faringitis, perdidas
de la memoria, del apetito, enflaquecimiento, laringitis y bronquitis de los
fumadores, así como las inflamaciones y ulceras estomacales, afecciones
pulmonares, etc. Absolutamente ningún órgano escapa de la acción de este
toxico fatal.
El tabaco y el alcohol son los dos mas grandes enemigos del intelecto,
embotando a la larga el cerebro. Tal como la polilla carcome la ropa, el
tabaco destruye y carcome el organismo del fumador. Así como el fumador
consume el cigarrillo en la boca y lo convierte en cenizas, así mismo poco a
poco consume su salud y convierte en cenizas sus energías vitales. En fin: que
solamente el afán de lucro del hombre y su hedonismo, lo ha llevado a
fomentar y mantiene este vicio que es: veneno lento pero seguro.
Actualizada sábado, 04 de diciembre de 2004
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