"Por la mañana, al levantarte, vas a la ventana de tu
habitación, abres las cortinas y miras al cielo porque
necesitas saber que tiempo hace. Después, si vas al trabajo,
a hacer compras o a visitar amigos, etc., en el momento de salir
miras delante de ti, y después a derecha y a izquierda
para ver si la vía está libre. Esto que haces en el plano
físico, todavía es más importante que lo hagas en los planos
psíquico y espiritual.
Así pues, por la mañana, cuando te despiertas, lo primero que
debes hacer es mirar hacia el Cielo de donde te viene la luz,
afin de que estes bien inspirados para todo lo que tengas que
hacer durante la jornada. Después, cuando tengas que actuar,
deberás mirar cada vez si la vía está libre. Es peligroso
precipitarse en la acción, porque quizás ganemos unos minutos,
pero cometemos errores, pronunciamos palabras poco afortunadas, y
perdemos así toda la jornada, sin hablar de las consecuencias
que de todo ello se derivan. Cada mañana, pues, empieza por
dirigir tu mirada hacia las entidades luminosas, ellas te
indicarán la dirección a tomar y te acompañarán en el camino."
(Omraam Mikhaël Aïvanhov)