"Nosotros recibimos nuestra vida de Dios, pero sólo podemos
beneficiarnos plenamente de sus riquezas si aprendemos a hacer
que vuelva a la Fuente. Y, cuando digo la Fuente, Dios, quiero
decir la cima de nuestro ser. Orientar las energías hacia lo
alto para que puedan alimentar las células del cerebro, requiere
de un gran saber. Y si hay algún campo en el que este saber es
necesario, es sin duda el de la sexualidad.
Todas las instrucciones que dan los Iniciados concernientes al
control de la fuerza sexual, no tienen como finalidad reprimir a
los humanos privándoles de placeres que, evidentemente, tienen
derecho a disfrutar: cuando enseñan que las energías sexuales
pueden ser sublimadas, es porque saben que existen otras
posibilidades que la de dejarlas manifestarse solamente abajo.
Los hombres y las mujeres pueden servirse de estas energías,
bien comprendidas, bien utilizadas, para despertar facultades
superiores que les van a permitir realizar trabajos espirituales
de la más alta importancia, y entonces es cuando saborearán el
verdadero gozo."
(Omraam Mikhaël Aïvanhov
)