¿Por qué Dudamos?
Creo que la duda aparece porque tememos poner a prueba nuestra propia capacidad de enfrentarnos a algo y ser rechazados o criticados por ello. Ponemos en juego nuestro prestigio y la pérdida del mismo. Sería muy duro defender las apariencias y lo que los otros piensan de nosotros si tuvieran motivos para criticarnos.
En el centro de todo la duda nos hace indignos de lo que poseemos y más todavía de lo que pudiéramos poseer. Es como si fuera una atracción natural hacia la decepción de uno mismo y la mentira, en la cual somos capaces de decir lo que no sentimos y de hacer lo que no queremos hacer.
La duda supone la perdida del control, la perdida de la fe, es como si nuestra alma estuviera enferma. Es capaz de deprimirnos, de crear ansiedad y estrés. Agota nuestras fuerzas físicas y síquicas y nos convierte en marionetas de nuestros pensamientos.¿Cómo disipar la duda?
* Pasando a la acción, usando la duda como parapeto desde el que impulsarnos hacia adelante. Sabemos que los errores nos enseñan por lo tanto no es posible fracasar.
* Sirviéndonos de ella, porque sabemos que a través de la duda es posible investigar en la búsqueda de la verdad, en vez de que nos detenga y convierta nuestros pies, en pies de piedra sobre el suelo.
* Aumentando nuestro autoestima día a día, en cada caso de duda que surja, elegir y seguir con fe ciega sin importar el resultado.
* Ver el lado positivo de la duda, en tal caso si se trata de elegir entre una decisión y otra, elegir la opción que nos haga mejores personas que ayer, no falla nunca.
Es un hecho irrefutable que detrás de las dudas más grandes de la humanidad se encuentran los motivos más íntimos y profundos por los cuales hemos ocupado este cuerpo. La duda bien orientada hace que seamos capaces de conocernos a nosotros mismos, capaces de ver nuestra naturaleza divina.