“A medida que crecéis en edad y os volveréis más expertos en los asuntos del reino, seréis más discretos en vuestro trato con los mortales fastidiosos y seréis más tolerantes en la convivencia con vuestros semejantes testarudos. El tacto es el fruto del poderío social y la tolerancia es la marca de un alma grande. Si poseéis estos raros y encantadores dones, a medida que pasan los días, os volveréis más alertas y expertos en vuestros valioso esfuerzos por evitar todo mal entendido social innecesario. Estas almas sabias, son capaces de evitar muchos problemas que infaliblemente atribulan a los que sufren por falta de ajuste emocional, los que se niegan a madurar y los que se niegan a envejecer con garbo” 1740.
Rodán, refiriéndose a Jesús decía: “la singularidad de su carácter y la perfección de su control emocional nos convencen de que es una combinación de humanidad y divinidad. Responde al espectáculo de la necesidad humana, el sufrimiento no deja de conmoverlo. Su compasión se despierta del mismo modo por el sufrimiento físico, la angustia mental o la pesadumbre espiritual. Reconoce rápidamente y con generosidad la presencia de la fe o de cualquier otra gracia en sus semejantes. Es tan justo y recto y al mismo tiempo tan misericordioso y considerado. Se apena por la obstinación de la gente y se regocija cuando ellos consienten en ver la luz de la verdad” 1786.
“Esta filosofía de flexibilidad viva y de adaptabilidad cósmica de la verdad divina, a las necesidades individuales y a la capacidad de cada uno de los hijos de Dios, debe ser percibida antes de que puedas esperar comprender adecuadamente las enseñanzas del Maestro, en la práctica de no resistencia al mal. Sus enseñanzas son básicamente, una declaración espiritual. Aun las implicaciones materiales de su filosofía, no pueden considerarse en forma útil, si se les separa de su correlación espiritual. El espíritu de la admonición del Maestro, consiste en la no resistencia a todas las reacciones egoístas al universo, combinada con el alcance agresivo progresivo de los niveles rectos de los verdaderos valores espirituales, la perfección divina, la virtud infinita y la verdad eterna que es conocer a Dios y volverse cada vez más como El”1950
“Así pues, debemos reconocer claramente que ni la regla de oro, ni las enseñanzas de la no resistencia, pueden ser comprendidas adecuadamente como dogmas o preceptos. Tan sólo pueden ser comprendidas ¡viviéndolas.! Percatándose de sus significados en la interpretación viva del Espíritu de la Verdad, que dirige el contacto amante de un ser humano a otro” 1951.
De nada sirve el pregonar la verdad, si lo que decimos con nuestra boca lo desdicen nuestros actos. “La lengua humana dijo Jesús, es algo que muy pocos hombres pueden domar, pero el espíritu interior puede transformar este órgano poco dócil, en una dulce voz de tolerancia y un instrumento inspirador de misericordia."1640
yolanda silva solano