Alumbrar el camino de los otros no es tarea fácil, muchas veces en
vez de alumbrar, oscurecemos mucho más el camino de los demás. ¿Cómo? A
través el desaliento, la crítica, el egoísmo el desamor, el odio, el resentimiento…
¡Que hermoso sería si todos ilumináramos los caminos de los demás, sin
fijarnos si lo necesitan o no! Llevar luz y no oscuridad. Si toda la gente
encendiera una luz, el mundo entero estaría iluminado
y brillaría día a día con mayor intensidad.
Todos pasamos por situaciones difíciles a veces, todos sentimos el peso
del dolor en determinados momentos de nuestras vidas, todos sufrimos en
algunos momentos y lloramos en otros. Pero no debemos proyectar
nuestro dolor cuando alguien desesperado busca ayuda en nosotros.
No debemos exclamar como es costumbre: "La vida es así" llenos de
rencor y de odio. No debemos… al contrario, ayudemos a los demás
sembrando esperanza en ese corazón herido. Nuestro dolor es y
fue importante, pero se minimiza si ayudamos a otros
a soportarlo, si ayudamos a otro a sobrellevarlo.