Es navidad cada vez que sonríes a un hermano y le tiendes la mano.
Es navidad cada vez que estás en silencio para escuchar al otro.
Es navidad cada vez que no aceptas aquellos
principios que destierran a los oprimidos
al margen de la sociedad.
Es navidad cada vez que esperas con aquellos que
desesperan en la pobreza física y espiritual.
Es navidad cada vez que reconoces
con humildad tus límites y tu debilidad.
Es navidad cada vez que permites al Señor
renacer para darlo a los demás.