La religión debiera inspirar al hombre a vivir valerosa y alegremente sobre la tierra porque ella combina la paciencia con la pasión, la compenetración con la dedicación, la simpatía con el poder y los ideales con la energía.
Libro de Urantia. Pág. 1093.
Muchas veces se piensa que estas festividades, deben perder su importancia cuando se está en el camino espiritual, sin embargo no es así, por el contrario, para los que tratamos de seguir las huellas de Jesús deben ser un motivo más para celebrarlas, pues “la religión inspira al hombre a vivir valerosa y alegremente sobre la tierra"1093
“Jesús disfrutaba mucho del sentido del humor y lamentaba que su gente, los judíos, fuesen tan faltos de humor. Cierta vez le dijo a Tomás: mi pueblo se toma a sí mismo demasiado en serio, casi son incapaces de apreciar el humor. La represiva religión de los fariseos no podría haberse originado en un pueblo con sentido del humor. Les falta visión de conjunto, cuelan el mosquito y se tragan el camello”. 1736
Estamos despidiendo el año Viejo, aprovechemos esta ocasión para deshacernos de todo lo inservible de nuestra vida, porque Jesús nos dice: “En el reino de mi Padre habréis de transformaros en criaturas nuevas, las cosas viejas habrán de perecer, he aquí como os muestro que todas las cosas se han de renovar. Y por vuestro amor mutuo, convenceréis al mundo de que habéis pasado de la esclavitud a la libertad, de la muerte a la vida”. 1609
Por eso al sentir las doce campanadas que despiden el Año Viejo, con cada una de ellas debemos dejar atrás todo lo aparentemente negativo del año que se va, especialmente debemos olvidar los rencores, las penas que nos hemos procurado nosotros mismos, al no ser capaces de aceptar a los otros como son y no como nosotros quisiéramos que fuesen, dejar atrás nuestra importancia personal y abrir nuestro corazón en forma consciente y con mucha alegría y buen humor dar la bienvenida al Nuevo Año.
Que cada abrazo nuestro, no sea un rito más de ese momento, sino que en cada uno de ellos entreguemos amor de verdad, recordando que en cada una de las personas que abrazamos es un hermano, es un hijo de Dios, porque en todos está la chispa divina del Espíritu Residente “No podemos buscar a Dios por medio del conocimiento, pero podemos conocerlo en nuestro corazón por medio de la experiencia personal”1453 De esta forma los abrazos del día 31 pueden convertirse en eso, en una experiencia personal de amor y de unión con Dios, porque “muchas almas pueden ser conducidas mejor a amar al Dios invisible si se les enseña primero a amar a sus hermanos a quienes pueden ver”. 1727
yolanda silva solano