El LU es un camino de evolución espiritual, no basta el saber como evolucionó nuestro mundo, ni como está formado el Universo y todas las Jerarquías que lo rigen en unión con el Padre Universal, porque “toda criatura y todo universo en evolución que aspira a hacer la voluntad del Padre, está destinado a volverse el socio de los Creadores espacio-temporales en esta magnífica aventura de logro experiencial de la perfección. Si esto no fuese verdad, el Padre no habría dotado a estas criaturas del libre albedrío creativo y tampoco moraría en ellas, entrando verdaderamente en sociedad con ellas, mediante su propio espíritu”614.
Hemos sido creados para ser perfectos como el Padre celestial es perfecto, porque “el hombre mortal, aunque tenga las raíces de su origen y ser, en el suelo animal de naturaleza humana, por la fe, puede elevar su naturaleza espiritual al sol de la verdad celestial y dar realmente los nobles frutos del espíritu” 1738.
Evolución significa cambio, como la oruga que mientras no deja su envoltura para convertirse en mariposa, no puede alzar el vuelo, el ser humano tampoco puede alcanzar una evolución espiritual si no está dispuesto a dejar los hábitos y conductas que le impiden comunicarse con su Espíritu residente y poder remontar los caminos de una religión verdadera, porque ella “no puede ser nunca un asunto de creencia intelectual o razonamiento filosófico, la religión ( la evolución ) es siempre y para siempre una forma de reaccionar a las situaciones de la vida, es una conducta que engloba el pensar, el sentir y el actuar” 1780.
Nuestra razón de ser, es la evolución y el crecimiento espiritual. Estamos en esta tierra para crecer y multiplicarnos, no sólo en el aspecto material y humano, sino esencialmente en el plano espiritual, porque “para el hombre mortal, la existencia equivale al crecimiento. Parecería ser, en un sentido universal más amplio que la existencia guiada por el espíritu, parece dar como resultado el crecimiento experiencial o aumento de estado. Sin embargo, por mucho tiempo hemos mantenido, que el crecimiento presente que caracteriza la existencia de la criatura en la presente edad universal, es una función del Supremo. También sostenemos que este tipo de crecimiento es peculiar a la edad de crecimiento del Supremo y que terminará cuando se complete el crecimiento del Supremo” 1280.
Es abismante el pensar que mi evolución personal no sólo me concierne y me afecta a mi como individuo, sino que también involucra el crecimiento nada menos que del Supremo. Es un concepto que cuesta asimilar si consideramos que el Supremo es omnipresente y omnisapiente, sin embargo “la condición incompleta del Supremo, se podría considerar como una virtud, puesto que hace posible el crecimiento evolucionario de la creación que se exhibe como criaturas de los universos presentes. El vacío tiene sus virtudes, porque puede ser llenado experiencialmente” 1281.
¿Qué estoy haciendo en forma personal y concreta para llenar este vacio? ¿Tengo conciencia que no soy un ente solitario? ¿De qué forma estoy involucrado con el crecimiento espiritual a nivel cósmico?
yolanda silva solano