Muy a menudo permitimos que nuestra determinación esté por encima de nuestra habilidad de ver la belleza que existe en el presente.
Nos volvemos tan enfocados en las metas que dejamos de tener apreciación por las otras cosas en la vida que están a lo largo del camino.
La vida es un proceso.
No estés tan enfocado en la línea de llegada que olvides disfrutar el viaje.