La supervivencia de la parte depende de la cooperación con el plan y el propósito del todo.
Libro de Urantia. Pág.52
Nuestra mente puede imaginar a Dios, pero conocerlo en su magnitud es imposible porque las realidades y las dimensiones en las cuales actuamos son demasiado diferentes, "El Dios eterno es infinitamente más que realidad idealizada o el universo personalizado. Dios no es simplemente el deseo supremo del hombre, la búsqueda mortal objetivada. Tampoco es Dios solamente un concepto, el potencial de poder de la rectitud. El Padre Universal no es un sinónimo de naturaleza, tampoco es él la ley natural personificada. Dios es una realidad trascendente, no simplemente el concepto tradicional humano de los valores supremos. Dios no es una focalización psicológica de los significados espirituales, ni es la «la obra más noble del hombre». Dios puede ser cualquiera de estos conceptos o todos ellos en la mente de los hombres, pero él es aún más. Él es una persona salvadora y un Padre amante para todos los que disfrutan de paz espiritual en la tierra, y que anhelan experimentar la supervivencia de la personalidad en la muerte."23
Es cierto, "el Padre llena el universo, pero también vive en nuestro corazón y es allí donde debemos aprender a buscarlo, en nosotros y por nosotros mismos, porque " la mente del hombre es humana y mortal, pero el espíritu del hombre es divino e inmortal”. 1454 Nuestra experiencia personal es la que nos permite conocer a Dios, no como una divinidad lejana, sino como nuestro Padre.
El Universo con todos sus misterios y Personalidades, aunque nos parezca mentira, forman un TODO con los seres humanos pues tenemos "una causa en común en el Padre del Paraíso. Tal concepción de la realidad, produce una visión más amplia de la unidad de propósito de los fenómenos universales de hecho y valor, porque después de todo están unificados en el Supremo”. 1477
Porque "en todo el universo, cada unidad se considera una parte del todo. La supervivencia de la parte depende de la cooperación con el plan y el propósito del todo, el deseo sincero y la disposición perfecta de hacer la divina voluntad del Padre."52
Que maravilla y a la vez qué responsablidad el saber que Dios, el Padre universal, con todos sus atributos... necesita de nuestra cooperación para que sus planes se realicen...porque aun cuando"la personalidad del mortal individual es insignificante frente a la totalidad de la Supremacía, la personalidad de cada ser humano representa un valor de significado irremplazable en lo finito; la personalidad, una vez expresada, no encuentra nunca de nuevo una expresión idéntica excepto en la existencia continuada de esa personalidad viviente."1284
¿Tengo conciencia que lo que yo haga o deje de hacer influye en el cosmos infinito? Mi ADN espiritual es único... por tanto nadie puede hacer por mí lo que me toca hacer... en esta vida...
yolanda silva solano