Libro de Urantia. Pág.45
“No sólo existe la criatura en Dios, sino que también Dios vive en la criatura. Sabemos que en él moramos, porque vive en nosotros, nos ha dado su Espíritu. El don del Padre del Paraíso, es el compañero inseparable del hombre. Es el Dios siempre presente y que lo abarca todo. El espíritu del Padre sempiterno, se oculta en la mente de todos los hijos mortales. El hombre sale a buscar a un amigo y ese mismo amigo, vive dentro de su propio corazón.” 45
El concepto de la amistad del ser humano con Dios, que nos da a conocer El Libro de Urantia, es totalmente opuesto al concepto que los antiguos tenían de sus dioses iracundos y castigadores. Amistad, ese sentimiento de afecto desinteresado, sincero y personal que nace y se fortalece con el trato, es el que la Quinta Revelación nos propone en nuestra comunicación con Dios. No más un Dios lejano y ajeno a nuestra vida cotidiana, no más ese Dios inalcanzable para nuestra pobre naturaleza animal. No más, porque Jesús se hizo carne para ser uno de nosotros y mostrarnos el camino hacia el Padre
Cuando tomamos conciencia de este Dios tan cercano, con el cual podemos conversar como lo hacemos con nuestro mejor amigo, nuestra vida comienza a cambiar de una manera notable, pues no necesitamos esperar un día determinado para acercarnos a Él, porque Él está presente en medio de nuestros quehaceres vulgares y cotidianos y en esa comunión real es donde nace la verdadera religión, porque “aislar parte de la vida y llamarla religión es desintegrar la vida y distorsionar la religión”1124.
Cuando uno comienza a practicar su propia religión y nos esforzamos sinceramente por “encontrar a Dios por nosotros mismos, en nosotros mismos y de nosotros mismos, haciendo de esto una experiencia personal”1731, es cuando realmente comenzamos a ser libres, “pasamos de la muerte a la vida, desde la autoridad de la tradición a la experiencia de conocer a Dios, pasamos de las tinieblas a la luz, de la fe racial heredada, a una fe personal alcanzada por la experiencia real”. “La religión del espíritu nos deja siempre libres para seguir la verdad, dondequiera nos lleve la guía del espíritu”1731, porque la verdad divina no debe ser desechada porque el canal de su transmisión sea aparentemente humano”1733.
Por supuesto que esta libertad, es también un compromiso que muchos no se atreven a afrontar y prefieren ser guiados como los corderos siguen al pastor, pero no es ese el camino para el alma evolutiva, porque “los hombres deben tomar su propia decisión. Las fuerzas del mundo espiritual no obligan al hombre, le permiten tomar el camino de su elección”1802.
yolanda silva solano