El amor auténtico se manifiesta en servir, ayudar y también en respetar. “Obras son amores, y no buenas razones”, dice el refrán español. Bajar a lo concreto, aterrizar en la realidad de la vida, es el signo del amor maduro. Evidentemente esto requiere sacrificio, entrega y dominio de sí mismo.
Una niña sufría mucho por las discusiones y palabras duras entre sus padres. Un día, acompañó a su madre al cementerio y quedó sorprendida. —Mamá -le dijo- todas las tumbas están llenas de flores, y en todas se lee lo mismo: "A mi querido esposo", "A mis queridos padres"... ¿Significa que tenemos que morirnos para empezar a amarnos?
“No profieran palabras inconvenientes; al contrario, que sus palabras sean siempre buenas, para que resulten edificantes cuando sea necesario y hagan bien a aquellos que las escuchan” (Efesios 4, 29). San Francisco de Sales escribió: “El trato cortés y delicado es la crema de la caridad y del amor”. Que este mensaje oriente cada día tu conducta