El progreso y la perfección son el ideal hacia el que tiende a caminar, a su modo, todo ser humano. Es el impulso interno a crecer que existe en cada ser humano.
Cada uno trata de avanzar con sus propias limitaciones, con el progreso como ideal básico. Lo que uno ve como progreso puede que no sea visto como tal por otro, pero la voluntad de progresar está en todos ellos.
Desde un trabajador normal y corriente hasta un intelectual elevado, en todos existe el vivo deseo de un mañana mejor. La humanidad avanza con esta esperanza, esperando una salud mejor, una mejor situación económica, mejores condiciones de vida, mejores condiciones familiares, mejores relaciones sociales, y así sucesivamente.
En cuestiones de progreso, cada uno se fija una meta. Estas varían desde la más mundana hasta la más espiritual. Todos los humanos se esfuerzan a su manera, con sus propias limitaciones. Aprenden de sus errores y siguen adelante. Si no aprenden de sus errores, permanecen estancados.
Existen distintos tipos de estancamiento,así como diferentes metas de evolución.
Cada uno visualiza individualmente y raramente ve la necesidad del progreso colectivo. Pero al progresar, uno no puede hacerlo en gran medida a menos que todos nuestros otros colegas humanos también progresen. Este conocimiento del progreso colectivo se le revela al ser humano en su estado avanzado de entendimiento.
Es un aspecto del amor el que le hace comprender que sus hermanos también necesitan progresar junto con él. Su avance individual no es progreso cuando algunos progresan y otros no. En la comunidad se establecen ciertas demarcaciones y barreras. Las barreras se levantan generalmente entre ricos y pobres, poderosos y faltos de poder, fuertes y débiles, intelectuales e inocentes.
La primera clase necesita darse cuenta de esto para ayudar a la otra. La historia humana es que los primeros progresan y siguen avanzando a costa de la segunda clase. Cuando esto sucede, surge la enemistad entre los que tienen y los que no tienen. Si consideramos a los primeros como mayores, estos tienen una responsabilidad para con los otros, que son más jóvenes.
Son más jóvenes en talento, pero son también seres humanos y también tienen que progresar. El estado de mayoría de edad reside en completar a los más jóvenes; si no, no son mayores. Cuando el rico no puede acoger al pobre, cuando el poderoso no puede dar cabida al débil, cuando los intelectuales no pueden acoger y adaptarse a los emocionales, surgen los conflictos. (Tomado de"La escalera de oro" KPK)
|