El amor propio, eso es algo que nadie nunca debe perder, jamás debemos sentirnos inferiores a nadie.
Aprendamos algo: no somos ni mejores ni peores que nadie. Somos iguales. Somos seres especiales porque fuimos creados por Dios.
Sé que eso pasa por cosas que vivimos, nos sentimos inferiores, feos, etc., pero llega un momento que nos ponemos un alto y ya no debemos seguir en eso.
La más bonita de todas es la belleza interior, pues… ¿de qué sirve ser bellos por fuera si somos espantosos por dentro? Todas las personas que cuenten con esa belleza interior tienen que estar alegres de eso.