Una vez más nos sorprende la simpleza de Jesús, al enseñarnos una de las bases más fundamentales para entrar en el Reino: perdonar a nuestros hermanos en la misma forma misericordiosa y comprensiva que Dios nos perdona a nosotros nuestras, debilidades, transgresiones y pecados de omisión, porque "no hacer el mal no es suficiente, tenemos que aprender a hacer el bien.1736"
Si los que nos llamamos cristianos tuviésemos en cuenta esta parábola, seríamos mucho más empáticos y comprensivos con nuestros hermanos y sabríamos perdonar y comprender más, en vez de estar siempre prontos a criticar, a juzgar, a condenar y guardar rencor, olvidando que nosotros seremos perdonados sólo en la medida que también nosotros sepamos perdonar, por eso "no cometamos el error de juzgar a nadie con nuestras propias normas de conocimiento y verdad.1115" porque el Padre celestial "derrama la más abundante misericordia sobre los que son generosamente misericordiosos para con sus semejantes. ¿Cómo puedes implorar a Dios que te tenga consideración por tus imperfecciones, si castigas a tus hermanos culpables de las mismas debilidades humanas? Yo os digo a todos vosotros: habéis recibido generosamente las cosas buenas del reino; dad pues generosamente a vuestros semejantes en la tierra.1764
Sin embargo, este perdón no significa dejar que el mal actúe libremente, debemos combatir el mal pero amar al pecador y darle todas las oportunidades posibles para que recapacite en su mala conducta, y nosotros imitar a Jesús que "enseñó la disciplina debe ser mantenida, la justicia debe ser administrada, pero en todos estos asuntos debe prevalecer la sabiduría de la hermandad. Jesús impartió la autoridad legislativa y judicial al grupo, no al individuo. Aun esta autoridad del grupo no debe ser ejercida como autoridad personal. Siempre existe el peligro de que la decisión de un individuo se vea distorsionada por el prejuicio o por la pasión. El juicio del grupo puede prevenir más fácilmente los peligros y eliminar las injusticias de la opinión personal. Jesús trató siempre de minimizar los elementos de la injusticia, la venganza y la represalia.1764
Que la bondad y la misericordia de Jesús nos ayude a no guardar jamás ese resentimiento que es inútil para quien nos ha ofendido y tan mal sano para quien lo siente, porque pone una barrera al amor que Dios desea entregarle.
yolanda silva solano