"Sufrir es desagradable y es natural querer que el sufrimiento desaparezca de inmediato y de la forma que sea. Sin embargo, hay circunstancias en las que sería preferible no huir sistemáticamente del sufrimiento, sino más bien tratar de extraer fuerzas de él para una nueva vida. Porque una de las propiedades del sufrimiento es la de despertar en el ser humano cualidades que no aparecerían jamás en otras condiciones. Por eso, cuando debas sufrir, física o moralmente, piensa que se te está dando una ocasión para poder hacer un gran trabajo sobre ti mismo.
No estoy hablando, evidentemente, de ciertos dolores insoportables que requieren tomar medicamentos, sino de esos malestares que aparecen tan frecuentemente en la vida cotidiana. En vez de tratar de aliviarlo inmediatamente tomando pastillas u otras sustancias, es preferible aprovechar estos inconvenientes para ponerse a trabajar y reforzarse interiormente.
Lo lograrás si no te quedas concentrado en tu sufrimiento sino esforzándote en armonizarlo todo con el pensamiento en tus cuerpos físico, astral y mental. Cuando hayas terminado este trabajo, a menudo constatarás que tu sufrimiento ha desaparecido, precisamente porque gracias a este trabajo del pensamiento habrás logrado introducir la armonía en todo tu ser." (Omraam M. Aivanhov)