Con tantas personas en el mundo y con tanto en común, nunca podemos estar verdaderamente solos. Todos tenemos días buenos y días malos. Todos hemos amado, a todos nos han lastimado, todos hemos llorado y nos hemos regocijado.
El que te sientas solo no quiere decir que lo estás. Sea lo que sea que estés sintiendo, alguien más también lo siente
Dios está siempre contigo
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