NO PIENSES
Si piensas que alguien más está iluminado, pensaste demasiado.
Si crees que estás iluminado y los demás no, estás profundamente dormido.
Si te comparas 'espiritualmente' con los demás, nacerá la inferioridad y la superioridad,
la arrogancia y los celos, y estas son las semillas de todo tipo de violencia.
La violencia termina cuando cesa la comparación,
y cuando abrazamos a los demás tal y como somos;
cuando nuestras imperfecciones son vistas a través de los ojos de la perfección,
cuando nos bajamos de nuestros pedestales y cuando abandonamos nuestro sentido de poca valía.