1. LA FILOSOFÍA DE LA RELIGIÓN
La unidad de la experiencia religiosa de un grupo social o racial deriva de la naturaleza idéntica del fragmento de Dios que reside en el individuo. Es esta parte divina en el hombre la que origina su interés altruista en el bienestar de los demás. Pero puesto que la personalidad es única —no hay dos mortales idénticos— inevitablemente ocurre que no hay dos seres humanos que puedan interpretar en forma similar las tendencias e impulsos del espíritu de la divinidad que vive en su mente. Un grupo de mortales puede experimentar la unidad espiritual, pero no podrán jamás llegar a una uniformidad filosófica. Y esta diversidad de interpretación del pensamiento religioso y de la experiencia se ilustra por el hecho de que los teólogos y filósofos del siglo veinte han formulado más de quinientas definiciones distintas de la religión. En realidad, cada ser humano define la religión en términos de su propia interpretación experiencial de los impulsos divinos que emanan del espíritu de Dios que en él reside, y por lo tanto esta interpretación debe ser única y totalmente distinta de la filosofía religiosa de todos los demás seres humanos.
Cuando un mortal se encuentra en acuerdo total con la filosofía religiosa de un mortal semejante, ese fenómeno indica que estos dos seres han tenido una experiencia religiosa similar en cuanto a los asuntos que se refieren a su similaridad de interpretación religiosa filosófica.
Aunque tu religión sea un asunto de experiencia personal, es muy importante que te expongas al conocimiento de un vasto número de otras experiencias religiosas (las distintas interpretaciones de otros mortales distintos) para que puedas prevenir el peligro de que tu vida religiosa se torne egocéntrica —circunscrita, egoísta y no sociable.