La felicidad está en nuestras manos, sólo tenemos que destaparla para poder saborearla y dejar que sus burbujas de alegría se expandan hacia todo el que a nosotros se acerque. No nos cansemos de dar, de entregar un trato amable, de esparcir sonrisas por doquier, porque nadie necesita tanto de ellas, como aquellos que no son capaces de brindarlas “Cada paso que des, debe ser de buena voluntad, cooperación inteligente y alegre”381 pues la alegría es la antesala a la felicidad.
Aprendámoa de Jesús, quien no quería ser recordado como un varón de dolores y comuniquemos también nosotros la Verdad, con profunda alegría y optimismo, el mundo está cansado de las malas noticias y pesadumbres, anunciémos nosotros la buena nueva de la Paternidad de Dios y vivamos la fraternidad en nuestra vida, más que con palabras, prediquemos con nuestro ejemplo, para que los que nos rodean puedan sorprenderse de como somos capaces de mantener nuestra serenidad y alegría, aún en los momentos de prueba, porque "porque si un ser humano tiene dentro de sí a Jesús,es una criatura nueva, las cosas viejas pasaron y las nuevas se hacen con entsiasmo."1103
Como somos más dados a recordar lo malo, que lo bueno de nuestras vidas y como nada espiritual se consigue sin la ayuda material, una pequeña sugerencia: cada vez que tengan un momento especial en que se sientan felices y plenos, guarden un pequeño testimonio, una flor, un corcho, un papelito con la fecha, en fin cualquier cosa que les recuerde la ocasión y guárdenlo en un cofre o un canasto, así cuando se sientan deprimidos podrán ver cuantos momentos felices han tenido y en vez de quejarse por lo que están pasando, sentirán las fuerzas internas para repetir algo parecido a lo que ya han tenido…porque sentirán que con Dios todo es posible.
Destapemos la felicidad y disfrutemos de ella porque en la medida que lo hagamos, vamos a ser mejores portadores de las enseñanzas que Jesús nos trajo.
yolanda silva solano