Una palabra amable: puede suavizar las cosas.
Una palabra alegre: puede iluminar el día.
Una palabra oportuna: puede aliviar la carga.
Una palabra de amor: puede curar y dar felicidad
Una palabra irresponsable: puede crear discordias
Una palabra cruel: puede arruinar una vida.
Una palabra de resentimiento: puede causar odio
Una palabra brutal: puede herir o matar
¡Las palabras son vivas!
¡Bendicen o maldicen, Alientan o Abaten, Salvan o Condenan!!
Si todas nuestras palabras son amables, los ecos que escuchamos también lo serán!
De tí depende si las usas para bien o para mal, tanto para ti como para los demás.
Cuida tus palabras ellas tienen poder!
Habla de tal manera que en tu alma y en la de los demás quede la Paz!!